GRUPO CATÓLICO ISHABETEL
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Extiende, Señor Jesucristo, tu poder y ven, para que merezcamos que con tu protección nos libres y nos salves de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[En aquel día los ojos de los ciegos se abrirán.]
Del libro del profeta Isaías 29, 17-24
Esto dice el Señor: “¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse en un vergel y el vergel en un bosque?
Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y los pobres se gozarán en el Santo de Israel; porque ya no habrá opresores y los altaneros habrán sido exterminados.
Serán aniquilados los que traman iniquidades, los que con sus palabras echan la culpa a los demás, los que tratan de enredar a los jueces y sin razón alguna hunden al justo”.
Esto dice a la casa de Jacob el Señor que rescató a Abraham: “Ya no se avergonzará Jacob, ya no se demudará su rostro, porque al ver mis acciones en medio de los suyos, santificará mi nombre, santificará al Santo de Jacob y temerá al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu entrarán en razón y los inconformes aceptarán la enseñanza”.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los ojos de sus hijos.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Quedaron curados dos ciegos que creyeron en Jesús.]
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 27-31
R. Gloria a ti, Señor.
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: “¡Hijo de David, compadécete de nosotros!”.
Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: “¿Creen que puedo hacerlo?”.
Ellos le contestaron: “Sí, Señor”.
Entonces les tocó los ojos, diciendo: “Que se haga en ustedes conforme a su fe”. Y se les abrieron los ojos.
Jesús les advirtió severamente: “Que nadie lo sepa”. Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Festividad de San Nicolás
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que, para liberar al género humano de la antigua condición de pecado, enviaste a este mundo a tu Unigénito, favorece con la gracia de tu celestial amor a quienes fervorosamente lo esperamos, para que alcancemos el premio de la verdadera libertad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El Señor se compadece de ti al oír el clamor de tu voz.]
Del libro del profeta Isaías 30, 19-21. 23-26
Esto dice el Señor Dios de Israel: “Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al oír tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga. Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja, ya no se esconderá el que te instruye; tus ojos lo verán. Con tus oídos oirás detrás de ti una voz que te dirá: ‘Este es el camino. Síguelo sin desviarte, ni a la derecha, ni a la izquierda’.
El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres y el pan que producirá la tierra será abundante y sustancioso. Aquel día, tus ganados pastarán en dilatadas praderas. Los bueyes y los burros que trabajan el campo, comerán forraje sabroso, aventado con pala y bieldo.
En todo monte elevado y toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando se derrumben las torres. El día en que el Señor vende las heridas de su pueblo y les sane las llagas de sus golpes, la luz de la luna será como la luz del sol; Será siete veces mayor, como si fueran siete días en uno”.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 146
R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido.
R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados.
R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites.
R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Is 33, 22)
R. Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él vendrá a salvarnos.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Al ver a la multitud se compadeció de ella.]
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 35–10, 1. 6-8
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: “Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Lucernario de vísperas en honor a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 30, 19. 30)
Pueblo de Sión, mira que el Señor va a venir para salvar a todas las naciones y dejará oír la majestad de su voz para alegría de tu corazón.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, haz que ninguna ocupación terrena sirva de obstáculo a quienes van presurosos al encuentro de tu Hijo, antes bien, que el aprendizaje de la sabiduría celestial, nos lleve a gozar de su presencia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Les hará justicia a los pobres.]
Del libro del profeta Isaías 11, 1-10
En aquel día brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará. La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas. El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la creatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No hará daño ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa su morada.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 71
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Que bendigan al Señor eternamente y tanto como el sol, viva su nombre. Que sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones.
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
SEGUNDA LECTURA
[Cristo salvó a todos los hombres.]
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 15, 4-9
Hermanos: Todo lo que en el pasado ha sido escrito en los libros santos, se escribió para instrucción nuestra, a fin de que, por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, les conceda a ustedes vivir en perfecta armonía unos con otros, conforme al espíritu de Cristo Jesús, para que, con un solo corazón y una sola voz alaben a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por lo tanto, acójanse los unos a los otros como Cristo los acogió a ustedes, para gloria de Dios. Quiero decir con esto, que Cristo se puso al servicio del pueblo judío, para demostrar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas y que por su misericordia los paganos alaban a Dios, según aquello que dice la Escritura: Por eso te alabaré y cantaré himnos a tu nombre.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Lc 3, 4. 6)
R. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca.]
Del santo Evangelio según san Mateo 3, 1-12
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.
Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su arrepentimiento y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Solemnidad, INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Blanco / Azul. MR p. 846 [881] / Lecc. I p. 974
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 61, 10)
Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como la novia que se adorna con sus joyas.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María preparaste una digna morada para tu Hijo y, en previsión de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de toda mancha de pecado, concédenos que, por su intercesión, nosotros también, purificados de todas nuestras culpas, lleguemos hasta ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya.]
Del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde estás?”.
Este respondió: “Oí tus pasos en el jardín; y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”.
Entonces le dijo Dios: “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?”.
Respondió Adán: “La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí”.
El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto?”.
Repuso la mujer: “La serpiente me engañó y comí”.
Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”.
El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque ella fue la madre de todos los vivientes.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 97
R. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
R. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
R. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
SEGUNDA LECTURA
[Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo.]
De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado.
Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Lc 1, 28)
R. Aleluya, aleluya.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.]
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”.
El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”.
María contestó: “Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Memoria, SAN JUAN DIEGO
Blanco. MR p. 848 [884] / Lecc. I p. 375
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 52, 7)
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, por medio del bienaventurado Juan Diego, manifestaste a tu pueblo el amor de la santísima Virgen María, concédenos, por su intercesión, que, obedientes a las recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe, podamos cumplir siempre tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Dios consuela a su pueblo.]
Del libro del profeta Isaías 40, 1-11
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”.
Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”. Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: “¡Griten!”, y yo le respondo: “¿Qué debo gritar?”.
“Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: “Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 95
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor día tras día.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Ya está cerca el día del Señor. Ya viene el Señor a salvarnos.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Dios no quiere que se pierda uno solo de los pequeños.]
Del santo Evangelio según san Mateo 18, 12-14
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron.
De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.